Es hermoso apreciar a niños que bajo una entrega especial danzan delante de Dios, a mi me ha tocado tener grupos de niños instruyendoles en la danza cristiana y he visto como el amor de estos se manifiesta y se hace sentir hacia Dios, y es lo que me ha ministrado.
Hay un precio a pagar para tener un grupo de niños que realmente quieran danzar a Dios. Y no me refiero a un precio simbolico si no al precio espiritual que conlleva el mantener organizados y dispuestos a los niños que danzan que son el futuro de la Iglesia, es en el grupo de niños que estan los futuros pastores, maestros, evangelistas tambien.
Uno de los grupos de danza que he tenido es el de la Iglesia de Dios, con los que trabaje aproximadamente 3 meses, en lo cuales vi dedicacion, disciplina y entrega. Esto movio mi corazón. y seguramente el de Dios tambien.
En este espacio no puedo irme sin agradecerte a ti, Mi Dios quien me has permitido y lo siges permitiendo la oportunidad de iniciar grupos de danza, o de reforzar otros o de animar a los grupos de danzas que estan en desanimo. Es una experiencia grata para mi, el poder servirte donde me pongas, gracias mi Dios.
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